Los políticos se saltan sus obligaciones en el Parlamento

ESPAÑA.- El Partido Popular se quedó sin preguntar al Gobierno el pasado miércoles porque el diputado que formulaba la cuestión no estaba en el Hemiciclo. El culpable, Ramón Aguirre, ha asegurado que fue un "despiste" pero su error saca a la luz la realidad del Parlamento.
El Pleno del Congreso está casi siempre vacío y sólo en los debates más importantes registran un alto grado de asistentes. Los diputados de PSOE y PP son quienes hacen más novillos. Cuando no están sus líderes, se marchan a la cafetería, conversan en los pasillos e incluso se van de compras a la Puerta del Sol.

La verdad es que son muchos los diputados que faltan reiteradamente a los debates y sólo aparecen cuando llega el momento de votar a última hora del martes o a media mañana del jueves. Mucha responsabilidad tiene el actual presidente del Congreso, el socialista José Bono, que desde que tomó posesión instauró un cómodo sistema de votación para sus señorías. Hasta 2004 era habitual que cada iniciativa parlamentaria se votara individualmente. Manuel Marín cambió el método y agrupó las votaciones en varios bloques diarios. Ahora Bono ha ido más allá y ha establecido una única votación, lo que contribuye a que los diputados no pisen el Congreso en todo el día.

Con la sesión de control al Gobierno ocurre algo parecido. Bono la ha cambiado de las cuatro de la tarde a las nueve de la mañana, lo que ha desembocado en una plaga de novillos. Pocos son los diputados que acuden a esa hora al Parlamento. Sólo los más madrugadores o los que tienen que preguntar al Gobierno aparecen por allí. Tras el lapsus del popular Ramón Aguirre, el PP ha anunciado que endurecerá su régimen disciplinario. Actualmente multa con 60 euros a quien no acuda a la votación, pero deja indemne a quienes sólo acuden a la hora de pulsar el botón.

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